Después de ocho años de separación, regresé al desierto para reencontrarme con mi padre. Al volver, descrubrí que contaba historias de mundos desaparecidos bajo el agua. Mis recuerdos de la infancia, la nueva historia que empezamos a contruir juntos y las historias contadas por él se tejen en este viaje a la memoria muy cercano a la ficción.